Contempla la reacción de estas personas cuando vieron que lo que había en el agua subía lentamente hasta llegar a donde ellos. Mire de qué se trataba.
Estos observadores de ballenas se llevaron una sorpresa y un recuerdo inolvidable de lo que vieron, vivieron y sintieron en su viaje por San Ignacio, ubicado en Belice. Estos observadores consiguieron exactamente lo que querían, ver a las ballenas, estos animales inmensos tan queridos, los cuales son un deleite para estos observadores, pero más que verlas, hicieron algo que probablemente no harán nunca más en sus vidas; tocarlas.
Sorprendentemente una ballena gris se acercó a su embarcación, solo y exclusivamente para dejarse acariciar por estas personas. Las personas presentes no podían creerlo, esta especie habría subido para que ellos le demostraran cariño mediante caricias. Desafortunadamente las personas que quieren cazar ballenas no se detienen… Mire cómo termina esta historia:
Aquí te dejamos el vídeo...
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