martes, 13 de octubre de 2015

Su hija murió al nacer pero 9 años después la mira en un parque

  johnrd       martes, 13 de octubre de 2015



No cabe duda de que la vida está llena de sorpresas, unas buenas, unas malas y otras un tanto aterradoras, pero todas indudablemente capaces de cambiar el rumbo de tu vida en un segundo… 


Mariana y Gabriel se encontraban ilusionados tras la increíble noticia del embarazo de Mariana, ella como toda madre primeriza se emocionaba con cada uno de los cambios de su cuerpo y en compañía de Gabriel, aprovechaba para comprar todo cuanto se les ponía enfrente para el nuevo miembro de la familia.

Todo parecía perfecto; los ultrasonidos, las revisiones, las primeras pataditas, sus bruscos y repentinos movimientos, en fin, nada se comparaba con la sensación de aquel ser creciendo dentro del vientre de Mariana y que indudablemente no era más que la muestra de un gran amor, mismo que dios había decidido sellar con esta grandiosa bendición. 

Finalmente el día esperado llegó. Las contracciones comenzaron, por lo que la joven pareja tomó la pañalera que habían preparado desde un par de días atrás y salieron de prisa hacia el hospital, sin imaginar el infierno que les esperaba.


Mariana fue pasada de inmediato a la sala de parto, en donde su pequeña hija de nombre Romina nació a los escasos 5 minutos sin complicación aparente alguna. La  feliz madre tomó a aquella bebita indefensa entre sus brazos y   en ese momento sintió como de pronto su único objetivo en la vida era cuidar de ese angelito, quien indudablemente se había convertido en su razón de ser, sin embargo y para desgracia de Mariana, en cuestión de horas,  todos sus sueños se habían desmoronado.

Tres horas después del alumbramiento y ya en su habitación, Mariana y Gabriel esperaban ansiosos a que la enfermera entrara con Romina en brazos, pero al ver entrar al médico, se dieron cuenta que algo extraño pasaba. 

“Lo sentimos señores, su bebé ha muerto” aquellas palabras retumbaron en los oídos de los jóvenes padres quienes  vieron caer el mundo frente a sus ojos. 

¿Qué paso? ¿Por qué a  nosotros? ¿Qué hicimos mal?  ¡No puede ser!, fueron tan solo uno de los cuantos pensamientos que a manera de olas golpearon la cabeza de ambos padres, quienes no podían dar crédito al monstruoso, hecho. 

La bebé sencillamente dejó de respirar, no hay más, era todo lo que los doctores tenían que decir ante el lamentable hecho que acababa de cambiar la vida de la joven pareja.

El acto fúnebre fue preparado  y aquellos jóvenes padres enloquecidos en llanto, acompañaron el cuerpo sin vida de su hija hasta el último minuto, dejando caer el primer puñado de tierra sobre el ataúd. 

El tiempo pasaba y ninguno de los dos podía desaparecer el recuerdo de su hija. Pese a que intentaban llevar una vida normal, Mariana solía caminar todos los días por el parque imaginando como se vería su hija si estuviera a su lado y lo mucho que hubiesen disfrutado juntas… 9 años después algo inimaginable sucedió.

Mariana caminaba como todas las tardes por el parque cuando de pronto una pequeña niña llamo inmensamente su atención. El extremo parecido con su pareja y su instinto de madre no hacían más que  gritarle que ella era su hija, esa pequeña a la que ellos habían enterrado. 


Parecía una locura, pero una fuerza sobre humana la empujaba a sus brazos; en esos momentos solo quería abrazarla y no soltarla nunca más, era extraño, pues a pesar de que había visto a cientos de niñas durante esos nueve años, jamás había sentido algo similar. 

Mariana no pudo acercarse pero estaba segura que aquella pequeña había sentido algo similar. Cuando sus miradas se cruzaron, la bella niña le regalo una sonrisa que Mariana jamás olvidará. 

Intrigada por lo sucedido, Mariana le conto a Gabriel lo que había pasado e inmediatamente iniciaron las indagaciones. Ambos acudieron al hospital y luego de meses de sufrimiento y lucha por acceder a los registros de aquel día del nacimiento,  finalmente descubrieron algo que les cambio la vida. 

Romina no había muerto, una confusión entre dos recién nacidas a la misma hora y la muerte de una de ellas, llevo a las enfermeras a caer en este terrible error… 

El tipo sanguíneo de su hija no coincidía con el cadáver de aquel angelito que habían enterrado 9 años atrás. 

“Lo sentimos señores, pero ha ocurrido un error…” fueron tan solo las palabras pronunciadas por el director de aquel hospital, que por un descuido les había arrancado la dicha de criar a su hija. 

“Sus palabras siguen retumbando en mis oídos, no puedo creer cómo es posible que esto haya ocurrido. Me siento muy confundida, pues  en un abrir y cerrar de ojos nos destrozaron la vida y  de la misma forma ahora me han hecho la mujer más feliz” fueron las palabras de esta madre quien luego de casi 10 largos años  ahora celebra la bendición de poder estrechar nuevamente a su hija entre sus brazos.

Mariana y Gabriel recuperaron a su hija y ahora junto a la pareja que crio a Romina, le dan a la pequeña un hogar lleno de amor. 

Esta es tan solo una de las muchas historias que ocurren día a día en nuestro País, afortunadamente la suerte de esta pareja cambio para bien, pero ¿Tienes idea de cuantos bebés son cambiados y separados a diario de sus padres por absurdas y tontas confusiones?

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¡Que dios te bendiga!
logoblog

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