Vin Diesel es el rey de la acción en Hollywood. Convierte en oro todo lo que toca, pero no por arte de magia, el principal arma de su personaje en “The Last Witch Hunter”, de estreno el próximo viernes, sino porque, según dijo a Efe, permite que el corazón le dicte sus decisiones.
“Si acabo de tener un hijo, no puedo hacer un personaje tan oscuro como ‘Riddick’ (2013). Pero el año pasado, cuando hice ‘The Last Witch Hunter’, fue un periodo muy duro en mi vida”, explicó el actor en una entrevista con Efe, en alusión a la muerte de Paul Walker, su amigo y compañero en la saga “Fast & Furious”.
“Mi personaje en ‘The Last Witch Hunter’ puede enmascarar su dolor, y me identifiqué con ello. Me pareció muy apropiado. Tras la muerte de Paul, no quise que el público, mi familia y, especialmente mis hijos, vieran por lo que estaba pasando”, agregó Diesel, de 48 años.
“Por eso, el corazón y el momento en el que me encuentro en mi vida dictan el siguiente paso para mí”, manifestó.
Los nuevos bríos que adquirió la franquicia de “Fast & Furious” a partir de su cuarta entrega resultaron decisivos en la consolidación de Diesel como gran estrella.
Aquella cinta recaudó más de 360 millones de dólares, la quinta entrega ingresó más de 620 millones y la sexta aceleró hasta los 790 millones.
“Furious 7” se convirtió el año pasado en la quinta película de mayor recaudación en la historia, con más de 1,500 millones de dólares en taquilla.
“El dinero y la fama no me han cambiado. Los que cambian son las personas a mi alrededor, que me tratan de forma diferente. Yo soy el mismo, pero mi responsabilidad ahora es mayor. El dinero no se conecta con la felicidad”, apuntó el intérprete.
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